Como ya escribí anteriormente, hasta no hace tanto tiempo, la historia la escribían los hombres, por ese motivo, casi no aparecen mujeres, por más que su labor haya sido igual o superior en compromiso y trabajo al de los hombres. Si hubo alguien que fue discriminada, calumniada y ninguneada, esa fue ELVIRA RAWSON, nació en Junin, provincia de Buenos Aires, en 1865. Se recibió de médica ( la segunda del país ) en la U.B.A , tuvo una importante participación durante la Revolución del Parque ( 1890 ), al mando, junto con otros colegas, del Hospital de Campaña para atender a los heridos. Se afilió a la Unión Cívica Radical y fue una de las fundadores del primer Centro Feminista del país, desde donde trabajaron por los derechos civiles y políticos. Amiga de Alicia Moreau de Justo, coordinaban acciones para conseguir el sufragio femenino, Elvira desde su Asociación Pro Derechos de la Mujer y Alicia desde la Unión Feminista Nacional.
Falleció en Buenos Aires el 4 de julio de 1954, su legado de lucha es una bandera para los Radicales y para todos Los Argentinos.
Destacar, reconocer, hacer saber la valentía de esta mujer, es responsabilidad de todos, nombrándola como una de las iniciadores de un camino en el que, hoy día, todavía, faltan derechos por reconocer a las mujeres.
Si en algún momento el sufragio femenino se hizo realidad, fue porque alguien inició la lucha muchos años antes.
Si las guerras por predominio económico o territorial (rapiñas encubiertas bajo el nombre de misiones civilizadoras) pueden aún asolar a la humanidad; si la maternidad en ciertas condiciones es todavía un crimen social y hay millones de inocentes que no disfrutan del cariño y protección de los genitores y sufren cual criminales el desprecio social, es porque la mujer es cobarde o es insensible de su propia fuerza y deber. Basta ya de guerras que siegan la vida las vidas que nosotras damos con peligro de la vida nuestra, basta de crímenes sociales ejercidos a la sombra de los prejuicios y el egoísmo criminal de unos siembre y el egoísmo criminal de otros tolere.
ELVIRA RAWSON.