La basura, en nuestra provincia es un problema con profundas raíces sociales, que el estado no ha podido solucionar, a pesar de los planes y programas que se ejecutaron, no profundizaron la solución de los residuos urbanos.
Sólo el área metropolitana de Resistencia genera por año más de 90.000 toneladas de residuos que van a parar a basurales a cielo abierto.
Las calles de esta ciudad, en el área céntrica, son una muestra evidente de la magnitud del problema: desperdicios de todo tipo, expuestos para quien quiera verlos, generan focos infecciosos contaminantes con el consiguiente peligro para la salud humana. La basura es una materia pendiente en todas las localidades del Chaco, ya que los basurales a cielo abierto son moneda común y significan un constante riesgo de contaminación del aire, el agua y el suelo.
Si de acciones se trata, el programa Gestión Integral de Residuos Urbanos era una iniciativa para paliar la situación pero está lejos de solucionarla, por su demora y porque algunos municipios están siendo investigados por el desvío de fondos que realizaron.
En tanto, iniciativas puntuales de organizaciones ambientales, como Eco Urbano y Ecoclubes, marcan el camino en materia educativa y plasman interesantes experiencias en distintos puntos del país, en lo que se trata de reciclar residuos orgánicos y no orgánicos.
Sin embargo en nuestra provincia falta educación para la concientización social, además de cuestiones políticas de fondo, que constituyen barreras difíciles de derribar.
El manejo sustentable de los desechos en todo el territorio chaqueño para lograr la erradicación de los actuales basurales a cielo abierto es una materia pendiente, y es una gran problemática para la salud y calidad de vida de los pobladores.
