No quiero caer en el facilismo y el error de condenar a los que votan a determinado candidato, sobre todo si es de otro país. Es raro el análisis de algunos acá en Argentina, piensan de una manera si el candidato es de » derecha «, y de otra, diametralmente opuesta, si es de » izquierda «; por ejemplo: Bolsonaro es lo peor que le puede pasar a Brasil, pero no dicen nada de las tristes y violentas realidades de Venezuela y Nicaragua.Soy de concepción pacifista – humanista y eso no cambia en ningún caso, aclaración que, creo necesaria realizar. Las encuestas hablan de un, casi, seguro triunfo de Bolsonaro, las alarmas se han encendido y para opinar del tema, aparte de leer lo que publican los medios, hablé con varios amigos que viven ahí.
Lo primero que dicen es que estaban cansados de la corrupción y por eso es el desencanto con el P T ( Partido de Los Trabajadores ), entienden que así como se tomaron muchas medidas buenas durante el gobierno de Lula, los mandatos de Dilma Rousseff, con la constante intromisión de Lula, no fueron buenos.
No lo querían a Temer, pero entendían que era necesario el «impeachment». Más allá de las diferencias, saben que en el Congreso nadie tiene mayoría absoluta y entienden que esa es una gran potencialidad. Creen que un país industrializado, como lo es Brasil, siempre va a salir adelante por la fuerza del trabajo, sobre todo en un contexto de globalización como en el que vivimos.
También están convencidos que el manejo de Lula, demorando la candidatura de Haddad, le restó posibilidades a la hora de competir palmo a palmo con quien será el presidente. Viven sin el dramatismo que le damos a la política en Argentina, confían en ellos, en el país y de esta manera le restan, un poco, de importancia a quien, circunstancialmente, ejercerá la presidencia. Otro pensamiento, otra idiosincrasia, que nos tiene que hacer pensar ¿ Quiénes somos nosotros para criticar la decisión de los 110 millones de brasileros en condiciones de votar ? Ese análisis es la lógica Bolsonaro.