Llama la atención sobre la presencia de basuras en nuestras calles; apilada, arrinconada, bolsas, latas, botellas, colillas, excrementos de perro, cartones… Una imagen desgraciadamente cada vez más habitual en nuestras vías, que genera malos olores, infecciones, malestar social y problemas de convivencia.
La basura se considera uno de los problemas ambientales más grandes de nuestra sociedad. La población y el consumo per cápita crece, y por ende la basura.
Existe una falta de cultura medioambiental, desinterés y desconexión afectiva con nuestro barrio, comodidad a la hora de desprenderse de los residuo y algunos otros.
Urge cambiar la mentalidad de los ciudadanos (no de todos afortunadamente) para que se mentalicen y entiendan la necesidad ambiental y sanitaria de tener un entorno en buenas condiciones.
Por educación no es recomendable arrojar desperdicios de ningún tipo a la calle, por civismo se debe respetar el espacio público no tirando basura en lugares indebidos, y por respeto al medio ambiente no hace falta inundar las calles de basura en perjuicio colectivo.