Esta es una fecha que los Argentinos nunca debemos olvidar: fue el día en que después de casi ocho años de dictadura militar, un gobierno constitucional elegido por el voto popular asumía en nuestro país, encabezado por Raúl Ricardo Alfonsín y Víctor Martínez, que habían resultado vencedores de las elecciones por un abrumador 52% de los sufragios.
El 10 de diciembre de 1983, no fue otro episodio en el ciclo de cambio de poder civil-militar que había marcado la política nacional desde hacía varias décadas, sino que fue el día en que se dejó atrás la dictadura, fue el día en que recuperamos la democracia, puesto que fue tal la huella que el proceso dejó en el pueblo argentino, que este comprendió por fin que no se debía recurrir a los militares para resolver problemas políticos, estos debían ser resueltos por el pueblo y sus representantes democráticamente elegidos.
Y así los Argentinos recuperamos la libertad, la vigencia de la constitución y del estado de derecho, de la pluralidad y la tolerancia políticas y de la justicia y es algo de lo que los radicales debemos estar orgullosos porque fuimos protagonistas, porque Raúl Alfonsín, al no permitir la impunidad de los represores, consolidó la democracia. Y es ese orgullo es que nos debe guiar, ya que los valores que defendimos y recuperamos en el 83, es lo que todos los argentinos añoran hoy, y es en base al respeto a la ley y a las instituciones, y al pluralismo democrático, la forma en que debemos construir.