El problema del consumo de drogas explotó en nuestra provincia la última década. Según estudios de organismos que combaten la problemática, se estima, pese a los pocos datos estadísticos oficiales, que el número de adolescentes chaqueños que prueban drogas ha aumentado en los últimos años un 30% junto a la aparición de nuevas sustancias.
Desde entonces en las noticias fue más común leer que personas fueron detenidas por transportarlas o que se accidentaron por consumirlas, pero otro dato importante a tener en cuenta, es que el consumo de drogas en el Chaco, se relaciona cada vez más con los delitos contra la propiedad, principalmente los robos.
El consumo y exceso de sustancias adictivas es un fenómeno complejo que tiene severas consecuencias en la salud individual, familiar y el desarrollo social. Ahora en la actualidad todo tipo de clases sociales está expuesto a las drogas, pero hay grupos más vulnerables que otros a sufrir problemas dañinos en su abuso, como los jóvenes.
Los datos estadísticos son negativos, como los del SEDRONAR, señalando que en 7 años se triplicó el consumo de drogas en adolescentes.
Es loable que programas de salud, ONG, y disertaciones educativas buscan prevenir su uso, reducir el número de consumidores, proveer información y tratamientos a los usuarios con problemáticas adictivas, haciéndolo para su rehabilitación e integración social pero no logran ser eficaces sin una fuerte intervención del área de justicia, porque la droga sigue llegando a todos los rincones.
