Estamos a mitad de febrero y, todavía, no hay convocatoria desde el Ministerio de Educación de la provincia, a los diferentes gremios que nuclean a los docentes, para comenzar a discutir la pauta salarial de este año. En los medios de comunicación se puede ver cómo otras provincias sí lo han hecho ( por ejemplo Buenos Aires, que ofreció un aumento los primeros meses de acuerdo a la inflación y luego revisión trimestral ), más allá que no se han puesto de acuerdo todavía, hay una mesa de diálogo y hay ganas de avanzar.
El capítulo de esta novela parece que será similar a lo que viene sucediendo, al menos hace una década, paros semanales que hacen que al final del año nuestros niños y jóvenes no tengan los días estipulados en el calendario escolar, disminuyendo la calidad educativa y, de esta forma, se continúa el arrastre decadente que genera la pérdida de oportunidades y de igualdad ante otros niños y jóvenes que si tienen clases regularmente. Según el presupuesto general para este año sólo hay estipulado un 10 % de aumento, con lo cual, con seguridad, los gremios no van a estar de acuerdo, teniendo en cuenta que la inflación, en este 2019, andaría en el orden del 28 %. No hay voluntad para resolver este conflicto, los docentes están muy mal pagos y es, prácticamente, imposible que puedan cumplir sus funciones, más allá del esfuerzo que realizan, de manera correcta, además hay que tener en cuenta que, aparte de la tarea pedagógica por la cual le pagan muy mal, hoy en día los docentes son: asistentes sociales, psicólogos, médicos, mediadores, sociólogos, etc.
Esperemos que no sea otro año donde los gremios hacen que reclaman y el gobierno hace que escucha.
Sí puedo escribir esto es porque una maestra me enseñó a leer y a escribir. CON LOS DOCENTES ¡¡ SIEMPRE !!
