Desde niño, criado en conventillos, hijo de un obrero y una ama de casa, fue diferente, tenía ya la preocupación social instalada en su ser. Desarrolló mil actividades para ganarse el pan: peón, cosechero de maíz, ayudante de herrero; todas estas labores lo acercaron al mundo del trabajo y la problemática del obrero. Se afilió a la Unión Cívica Radical a los 14 años, el triunfo de don Hipólito lo había cautivado y quería ser parte de esa nueva política. Fue uno de los fundadores del Movimiento de Intransigencia y Renovación. Escribió en diarios y revistas obreras. En varias oportunidades lo detuvieron por cuestiones políticas. Su aporte es incalculable, el compromiso, con militancia y trabajo, por un país más justo y en democracia, siempre se ve reflejado a lo largo de su vida. Fue, como presidente del Comité Nacional de la Unión Cívica Radical del Pueblo, clave su papel para la sanción del Artículo 14 bis de la Constitución Nacional en la reforma del año 1957 ( ratificada en la reforma de 1994 ).
Falleció en Berisso, el 23 de febrero de 1962, cuando pronunciaba un discurso como candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires.
El desdichado hombre que se llama » el político » : Cuando oye alrededor a toda la gente, que nadie cree en nadie, no obstante, sigue caminando, porque a pesar del desaliento tiene un deber que cumplir. Solo es posible desmoralizarse; no es posible entrar en el descreimiento. Desentenderse de la política es no querer saber cuanto se va a pagar por la luz, el transporte, la ropa, la carne, el pan; porque lo político No Es La Tarea De Buscar Votos, sino la lucha y el mejoramiento del diario vivir. Todos tenemos que ser políticos y todos tenemos que creer en algo, y no pido que sea nuestro partido, sino en todos los partidos donde hay hombres que se preocupan por la solución de los problemas que en la actualidad afectan a todos.
Crisólogo Larralde